Hay preguntas que se responden solas, pero conviene formularlas en voz alta:
¿Qué interés puede tener El País en proteger la imagen de un Papa?
No lo hizo con Benedicto XVI, al que convirtió en villano de cada titular. Tampoco con san Juan Pablo II, al que aún hoy le buscan sombras donde solo hay luz. Pero con León XIV —antes Robert Prevost— el celo informativo se transforma en ternura pastoral. De pronto, el diario de Prisa se preocupa por limpiar su imagen, reinterpretar testimonios de víctimas y publicar titulares que suenan más a comunicado episcopal que a periodismo independiente.
El caso roza lo grotesco. El País entrevista durante dos horas a una víctima de abusos del sacerdote “Lute”, en Chiclayo, y luego publica una versión que convierte sus críticas al obispo Prevost en una especie de elogio. Cuando la víctima —Ana María Quispe— exige su derecho…
Autor: Carlos Balén
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…



















