Mire al frente. Flash. Mire a la derecha. Flash. Mire a la izquierda. Flash. Aquellos tres fogonazos de la cámara de registro de la cárcel de mujeres El Buen Pastor, en Bogotá, fueron un cubo de agua fría para la exitosa presentadora de televisión Adriana Arango. Lo había perdido todo. Le esperaban, en principio, siete largos años bajo rejas. Ironías de la Providencia, la prisión en donde finalmente estuvo interna casi un año sería el vehículo con el que regresó, como la oveja perdida, a los brazos de Dios, su Buen Pastor.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. En el caso de Adriana Arango es un dicho especialmente significativo, y son pocos los colombianos que, por palabras o por imagen, no sepan de ella: tras una larga carrera periodística de más de 15 años, presentó boletines y programas tan conocidos como Gran Hermano Colombia; En vivo: comienza el día o Tres puntos…
Autor: José María Carrera
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