Hay una escena recurrente –de novela y de cine– que me encanta. Se cruzan por un bosque dos caballeros andantes o dos vaqueros, se saludan, comen juntos y se cuentan sus cuitas; pero luego cada uno sigue su camino porque son distintas las aventuras que les están destinadas. Son tantas las causas justas, que no todos podemos pelearlas todas, entre otras cosas porque cada una merece todo nuestro esfuerzo.
Autor: Enrique García-Máiquez
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…
¿Cómo ayudar a las Almas de tu familia en el Purgatorio a llegar al Cielo?
“No basta ser santo ante los hombres, sino que hay que serlo delante de Dios. ¡Recen por mí!”. Palabras impactantes del Monseñor Marengo, Obispo de Carrara, a una religiosa de María Auxiliadora…
Hábitos del Padre Pío que todos los católicos podemos practicar
San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, nos deja unos cuantos hábitos espirituales que necesitamos conocer para tener una vida más cercana a Dios. Continúa leyendo este…