Hay una escena recurrente –de novela y de cine– que me encanta. Se cruzan por un bosque dos caballeros andantes o dos vaqueros, se saludan, comen juntos y se cuentan sus cuitas; pero luego cada uno sigue su camino porque son distintas las aventuras que les están destinadas. Son tantas las causas justas, que no todos podemos pelearlas todas, entre otras cosas porque cada una merece todo nuestro esfuerzo.
Autor: Enrique García-Máiquez
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
Los 12 pasos que nos llevan a la esclavitud del orgullo, según San Bernardo
El orgullo es un pecado que puede manifestarse de diversas formas y llevarnos por un camino de autodestrucción espiritual. Continúa leyendo este artñiculo para conocer cuales son los pasos que…
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…



















