Brigitte comenzó el Camino de Santiago sin saber muy bien por qué. Era atea. Pero un encuentro inesperado le esperaba en la ruta compostelana, según cuenta ella misma en L’1 visible:
Como soy de origen español, voy un día a la oficina de turismo española para seguir los pasos de mis abuelos. La mujer que me precede pide información sobre Santiago de Compostela y, cuando llega mi turno, pido exactamente lo mismo, ¡porque nunca había oído hablar de ello!
Una mañana, cojo el folleto y me digo: “¡Esto es lo que debo hacer!” Es curioso, es como si esa salida me fuese impuesta. Salgo casi sin entrenamiento físico y sin una motivación especial. Estoy acostumbrada a hacer senderismo, eso me basta. Salgo confiada, sin plantearme cuestiones. ¿No hay acaso una parte de misterio en cada viaje?
Enseguida me enamoro del estilo de vida que impone el Camino. La simplicidad:…
Autor: ReL
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
La Nueva Era, una secta de cuidado
El reiki y la Nueva Era (New Age), se han extendido cada vez más por la sociedad buscando el bienestar físico y mental que producen. Conoce todos los detalles y…
8 razones que explican por qué muchos católicos ni evangelizan ni se lo han planteado ni plantearán
Dwight Longenecker es un conocido sacerdote católico con amplia experiencia. Converso al catolicismo su camino hacia la Iglesia fue paulatino pues pasó de pastor fundamentalista protestante a evangélico de tipo carismático, luego…