Dice un dicho popular que “errar es humano y perdonar es divino”. Erramos porque somos humanos y porque, como humanos, nuestra naturaleza está herida por el pecado original.
La buena noticia es que, como dice San Pablo, “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rom 15, 20-21). Y aunque por naturaleza seamos débiles, limitados y pecadores, cada vez que acudimos arrepentidos a la confesión, el Señor derrama su gracia sobre nosotros. Nos perdona y nos da la fuerza necesaria para ir superando nuestras miserias.
Si Dios omnipotente nos perdona a nosotros -que, al lado suyo, somos poco menos que una bacteria al lado nuestro-, ¿cómo podemos nosotros, no perdonar a nuestros hermanos por las ofensas recibidas? No siempre es fácil, pero es un mandato imperativo de Nuestro Señor Jesucristo hacerlo. Sin embargo, a mi me parece que hoy, lo que más cuesta no es…
Autor: Álvaro Fernández Texeira Nunes

Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
Los 18 beneficios de asistir a la Santa Misa
La misa es el encuentro con Dios Nuestro Señor, pero no sólo con Él, también con nuestro interior, haciendo que mejoremos cada día más como personas. Este encuentro con Nuestro…
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
Jacinta Marto, la pastorcita que nos enseña el valor del sacrificio
El 20 de febrero se cumplió el centésimo aniversario de la muerte de Santa Jacinta Marto, la pastorcilla de Fátima fallecida en Lisboa con sólo diez años. Todos conocemos la …