El jesuita Jorge Loring, que fallecido el día de Navidad de 2013 a los 92 años de edad, se hizo famoso por sus respuestas directas a preguntas directas.
A lo largo de su vida vio cómo se reducía el porcentaje de personas que asistían a Misa los domingos. En su opinión, tenía más que ver con la ignorancia que con la pereza o la falta de fe.
En su libro Anécdotas de una vida apostólica (De Buena Tinta), explica cómo respondía a la pregunta «¿por qué me piden ir a misa, si no tengo ganas?»
Lo reproducimos aquí.
Por qué hay que ir a misa
Es de pena la tremenda ignorancia religiosa que hay sobre el valor de la Santa Misa.
Muchos dicen que no van a Misa porque no sienten nada. Están en un error.
El cristianismo no es cuestión de emociones, sino de valores. Los valores están por encima de las emociones y prescinden de ellas.
Una madre prescinde de si tiene o…
Autor: ReL
Encontraron en Dios, la libertad y paz interior que tanto necesitaban
Los mensajes de Dios llegan en el momento menos esperado. Aunque muchas veces, hemos escuchado historias de conversión precedidas por fuertes acontecimientos, como accidentes o enfermedades, también existen conversiones, gracias…
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…