Dorothy Day y G.K. Chesterton descubrieron que la gratitud no se queda en el corazón, necesita un destinatario, Dios.
Redacción (17/06/2025 11:35, Gaudium Press) La fe, muchas veces, no llega envuelta en grandes discursos o razonamientos teológicos. A veces se despierta de maneras silenciosas, como un eco que nace del corazón en medio de la vida. A veces la fe nace simplemente como una búsqueda de Alguien a quien dar las gracias. Así lo vivieron dos grandes figuras del siglo XX: Dorothy Day y G.K. Chesterton, quienes encontraron el rostro de Dios a través de la gratitud.
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