A pesar de que las iglesias en Londres está prácticamente vacías ante la escasa práctica religiosa en el país británico, el obispo auxiliar de Astaná ha tenido que celebrar la Santa Misa en un pabellón.
Traditinis custodes sigue causando estragos. Con tal de llevar la normal a lo absurdo o al ridículo cósmico, el obispo Schneider (¡un obispo!) ha sido ‘condenado’ a tener que celebrar la Santa Misa de rito Tradicional en un pabellón de deportes de Londres.
Escoltado por dos canastas el prelado kazajo ha tenido que celebrar la Santa Misa. No se trata de un problema de falta de iglesias o de disponibilidad de las mismas en la capital británica. El problema subyace en que parece que no «todos, todos, todos» caben en esta nueva Iglesia sinodal.
Por un lado, vemos como se afanan por atraer a los descarriados, que muchas veces no tienen la menor intención por cambiar de…
Autor: redaccioninfovaticana
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