El Cuerpo de un cristiano, desde que recibió el Bautismo, es Templo de Dios, y se puede profanar cometiendo pecados de impureza. La sexualidad es un regalo que Dios ha dado, por eso, se tiene que vivir la santa pureza, es decir, la virtud de la castidad. A través de su mandamiento, pide no cometer actos impuros y vivir la sexualidad con dignidad.
El sexto mandamiento de la Ley de Dios prohíbe todos los pecados contrarios a la castidad. También toda acción, mirada o conversación contrarias a la castidad. Los pecados contra la pureza, cometidos con pleno conocimiento y consentimiento pleno, son siempre graves.
Los principales medios para guardar la santa pureza son: la oración, la confesión y la comunión frecuentes, la devoción a la Santísima Virgen, la modestia y la guarda de los sentidos y la huida de las ocasiones de pecar, como conversaciones, miradas, lecturas,…
Autor: redaccioninfovaticana
Hábitos del Padre Pío que todos los católicos podemos practicar
San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, nos deja unos cuantos hábitos espirituales que necesitamos conocer para tener una vida más cercana a Dios. Continúa leyendo este…
La Iglesia al fin de los tiempos
Artículo realizado por el Padre Emmanuel André X. El Advenimiento del Juez Supremo Vano es intentar precisar la hora en que tendrá lugar el segundo advenimiento de Nuestro Señor,siendo como es…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…