Si el genio de la lámpara se me apareciera esta tarde, uno de los tres deseos que le pediría sería retroceder en el tiempo y poder estar presente en esa reunión de la calle Añastro en la que algún lumbreras tomó solemne la palabra y dijo: “A Cremades, hay que contratar a Cremades” y se quedó tan pancho.
Me encantaría saber si hubo voces discrepantes o si aquello fue acogido con unánime regocijo. El resto ya lo sabemos: el despacho elabora un documento a modo de propuesta de contrato y pide que si están de acuerdo se firme, y ahí va Omella y pone su rúbrica. Es decir, no hubo una ida y vuelta de propuestas ni correcciones, ni matizaciones, ni la lógica negociación en todo contrato. Lentejas son, como deja claro el último párrafo.
Sospecho que ser un miembro del Opus Dei que le dio una importante ventaja y con ese currículo los obispos mordieron un anzuelo que…
Autor: redaccioninfovaticana

Continuar leyendo en: infovaticana.com
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…