Autor: Luciana Rogowicz
Como buen Padre, Dios conoce nuestra esencia, nuestra interioridad, nuestras debilidades, fortalezas, anhelos, conoce absolutamente todo. Y nos creó como seres materiales, con cuerpo. No somos sólo espíritu, sino que somos también cuerpo. Podríamos decir que somos un cuerpo espiritualizado.
Y como seres corporales nos comunicamos y expresamos a través de nuestros sentidos. No nos alcanzan sólo los pensamientos y conocimientos intelectuales sino que cuando hablamos de relaciones interpersonales necesitamos del contacto.
Esto se hizo evidente durante la pandemia. Sufrimos tanto a pesar del gran desarrollo de las comunicaciones que hubo. Necesitamos el contacto con el otro, su presencia real.
Y como Dios nos conoce íntimamente porque Él nos hizo de este modo, es que también se pone en contacto con nosotros de una forma física. A lo largo de toda la historia del ser humano, desde el…

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