La libertad no es que sea insoportable para el hombre, como dejó claro Dostoievsky en Los hermanos Karamazov, es que la libertad no es humana; es, repito, divina, y solo Dios puede manejarla bien. Es un don de unas dimensiones infinitas que el ser humano, al intuirlo por puro chispazo de la Gracia, intenta trocear: habla entonces de libertades, de derechos, de ideologías que, fundamentalmente, intentan domesticar la libertad poniendo unos límites que siempre parecen razonables: el bien común, la solidaridad universal, el activismo social, el progreso, la ciencia, etc. Por supuesto, en el peor de los casos, el don divino de la libertad se presenta como mera conquista humana, con lo cual llegan a justificarse los crímenes más horrendos.
Autor: Francisco Segarra
Los 12 pasos que nos llevan a la esclavitud del orgullo, según San Bernardo
El orgullo es un pecado que puede manifestarse de diversas formas y llevarnos por un camino de autodestrucción espiritual. Continúa leyendo este artñiculo para conocer cuales son los pasos que…
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…
Encontraron en Dios, la libertad y paz interior que tanto necesitaban
Los mensajes de Dios llegan en el momento menos esperado. Aunque muchas veces, hemos escuchado historias de conversión precedidas por fuertes acontecimientos, como accidentes o enfermedades, también existen conversiones, gracias…