(Matteo Matzuzzi en Il Foglio)-Hay un capítulo fundamental de la predicación del Mesías que siempre ha desconcertado a los fieles: la gratuidad del amor. Es algo insoportable que «nos perturba y nos pone en crisis». Habla el teólogo Adrien
«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?» (Matteo 19,16).
Al final, el cristiano perezoso se pregunta: ¿pero por qué tengo que ir a misa, al catecismo, a las procesiones, a confesarme? De todos modos, Dios nos ama gratuita e incondicionalmente, lo perdona todo y siempre. Los mandamientos, los recibidos por Moisés en el Sinaí, ¿para qué sirven? Ciertamente no son preguntas nuevas, que el cristiano medio (pero también el «alto», para permanecer en el terreno de las categorizaciones fáciles), se ha hecho siempre, salvo en los primeros siglos, aquellos en los que la memoria del nuevo acontecimiento que…
Autor: redaccioninfovaticana
Los 12 pasos que nos llevan a la esclavitud del orgullo, según San Bernardo
El orgullo es un pecado que puede manifestarse de diversas formas y llevarnos por un camino de autodestrucción espiritual. Continúa leyendo este artñiculo para conocer cuales son los pasos que…
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…
Los hallazgos científicos que sugieren su autenticidad como reliquia de la Sábana Santa de Turín
Los partidos políticos españoles no quieren a los provida cerca de los abortorios. Les hemos hecho daño y van a por nosotros….seguir leyendo