En un determinado momento de su vida terrena Jesús preguntó a sus discípulos: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?. Es Simón Pedro el que toma la palabra para contestar: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo. El mesías, el ungido, el salvador y rey prometido por los profetas a Israel, es el Hijo de Dios. Es imposible, pues, separar en Jesús su identidad Hijo de Dios- y su misión salvador del mundo-.
Arrio, un presbítero de Alejandría, en Egipto, comprometió con su visión de Jesucristo este vínculo inseparable entre identidad y misión. El pasado eclesiástico de Arrio había sido ya bastante agitado. En Alejandría había sido seguidor del cisma del obispo Melecio. Como diácono, había tenido serias dificultades con su obispo, que llegó a excomulgarlo. El siguiente obispo de Alejandría lo reconcilió con la Iglesia y lo ordenó sacerdote….
Autor: Guillermo Juan Morado
Profecías de al Virgen que se están cumpliendo ahora
Muchos años atrás Nuestra Señora del Buen Suceso describió las catastróficas profecías sobre los siglos XIX y XX, profecías que hoy se están cumpliendo con exactitud. Cuando se dice que…
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…



















