En una de sus catequesis recientes, el Papa afirmó: «Cristo nos alcanza también en este abismo, atravesando las puertas de este Reino de Tinieblas. Entra, por así decirlo, en la misma casa de la muerte para vaciarla. Para liberar a los habitantes tomándoles la mano uno por uno. Es la humildad de un Dios que no se detiene delante de nuestro pecado, que no se asusta frente al rechazo extremo del ser humano». La fuerza poética de estas palabras es innegable, pero su formulación, leída sin precisión teológica, corre el serio riesgo de sembrar confusión en un asunto que la Iglesia ha tratado siempre con extremo cuidado.
La fe católica enseña que Cristo descendió “a los infiernos” tras su muerte, pero el sentido de esa expresión —descendit ad inferos— no se refiere al infierno de los condenados. En la tradición bíblica y patrística designa el sheol o hades, el…
Autor: INFOVATICANA
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…
7 pasos para una parroquia: de tener «consumidores de sacramentos» a multiplicar los discípulos
«Id y bautizad y haced discípulos», pedía Jesús. Las parroquias, bautizar, bautizan. Bautizan a cualquier bebé que les lleven. Pero ¿hacen discípulos? Un discípulo es alguien que tiene una relación…



















