Ya llega, ya se nota la salvación para mí y para ti. El Señor viene a buscarte, pero no te escondas. Él sabe dónde estás, pero tú no te dejas ver. Viene, se acerca, está a tu lado, está ahí, donde caminas, donde estás, donde vas, en tu vida, en tu corazón, en tu trabajo, en tu casa, en la Iglesia, en el autobús, en el parque, en el hospital. En tantos sitios, viene a por ti. Él siempre está preparado para ese encuentro. No le importa cómo estás tú. No te pide que estés en traje de gala, o en abrigo de visón. Tampoco le importa si estás en bata, o en chándal, o apareces como un bebé. Porque lo que él quiere es lo que está dentro de ti. Y eso solo lo puede ver él y tú, y aquel a quien se lo quieres revelar.
Autor: Belén Sotos
Encontraron en Dios, la libertad y paz interior que tanto necesitaban
Los mensajes de Dios llegan en el momento menos esperado. Aunque muchas veces, hemos escuchado historias de conversión precedidas por fuertes acontecimientos, como accidentes o enfermedades, también existen conversiones, gracias…
Las profecías de León XIII y su exhortación a rezar el rosario
El Papa León XIII escribió en muchas de sus encíclicas, entre ellas una que cumplió 130 años el pasado 22 de septiembre, Octobri mense, la importancia de rezar el Santo Rosario…
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…