La fiesta de la Presentación del Señor en el Templo de Jerusalén nos lleva de nuevo al misterio de la Navidad que hemos celebrado. En esta fiesta recordamos como María y José entran en el Templo para circuncidar a su Hijo, y ponerle un nombre. La circuncisión es el rito judío por el que los varones pasaban a ser propiedad del Dios de Israel, y quedaban incorporados al pueblo de las promesas. De esta manera, José y María presentan dos tórtolas para ofrecer al niño en el Templo. Es la ofrenda de los pobres del Señor, que se une a la verdadera entrega del Hijo. Así, el Señor va a recibir un nombre nuevo: Jesús, porque él va a salvar a su pueblo de los pecados.
De este modo, el Hijo entra en el Templo de Jerusalén como Aquel en quien se cumple la alianza de Dios con el hombre. El Señor es el mediador de un pacto nuevo de Dios con toda la humanidad. Él se presenta a…
Autor: Un camino de fe
Adoración Perpetua: Qué es y por qué cambiará tu vida
La adoración perpetua o eucarística es un método de oración personal profunda que durante siglos muchos santos han recomendado practicar. Sigue leyendo este artículo para que conozcas más detalles que…
Consejos para una llevar una vida Cristiana
Llevar una vida Cristiana que agrade a Nuestro Creador y a Nuestra Madre, no es difícil, y menos aburrida, como muchos pueden creer. Sin embargo, necesita dedicación. No basta con…
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…