Para entender el grado de alienación logrado por las ideologías sobre las gentes, a las que hacen creer lo que no existe y descuidar las cuestiones realmente acuciantes, no debemos olvidar que las ideologías modernas son hijas de la filosofía idealista, que nace para negar la realidad de las cosas. «¡Pienso, luego existo!», proclamó Descartes, en un rapto de soberbia ególatra; pero en realidad quería decir: «¡Pienso, luego las cosas existen!». Para la filosofía idealista, las cosas no existen independientemente de que nosotros las pensemos e independientemente de lo que nosotros pensemos sobre ellas; sino que es nuestra mente quien las crea.
Este prejuicio idealista es una arrogancia delirante urdida por Descartes, pero sin duda alguna sería Kant el filósofo que la canonizó. Según el autor de la Crítica de la razón pura, el hombre no puede conocer la esencia de las…
Autor: Juan Manuel de Prada
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Holywins, es la alternativa al culto a los demonios que celebramos cada primero de noviembre Tal vez muchos de nosotros hemos celebrado Halloween cuando éramos niños, porque nos parecía divertido…