Decía Somerset Maugham que la vida sexual del más morigerado de los hombres, expuesta públicamente, escandalizaría al más libertino de los hombres. Me he acordado muchas veces de esta sentencia, mientras leo en la prensa las acusaciones anónimas que se han dirigido contra el político Íñigo Errejón. En la mayoría de estas acusaciones no se le imputan delitos (o sólo de forma muy brumosa), sino que más bien se describen conductas sexuales sórdidas: que si sólo buscaba el propio placer, que si le gustaban prácticas humillantes, que si una vez satisfechos sus apetitos dedicaba su displicencia o desprecio a la mujer que se le había entregado, etcétera. ¿Y para qué nos cuentan estas bazofias? Aparte de que en sí mismas no constituyen delito alguno, son todas ellas indemostrables; pues no existen pruebas que las atestigüen. Pero ahora resulta que los testimonios de…
Autor: Juan Manuel de Prada
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…