- Una visita que transforma el alma
- Participar en la oración monástica
- El silencio, un bien que alimenta el espíritu
- Apoyar con la compra de productos monásticos
En pleno mes de agosto, cuando el ritmo de vida se ralentiza y el silencio parece más accesible, Fundación DeClausura invita a detenerse, contemplar y abrir el corazón al encuentro con Dios. Un monasterio ofrece un espacio privilegiado para vivir esta experiencia: el sosiego, el trato cercano con la comunidad religiosa y la oración crean un entorno propicio para fortalecer la fe.
Una visita que transforma el alma
Acercarse a un monasterio o convento es una oportunidad para conocer de cerca a quienes han consagrado su vida a Dios. Puede ser el que siempre ves…
Autor: RC
Comulgar en la boca en época de pandemia
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La Nueva Era, una secta de cuidado
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