Autor: Pablo J. Ginés
El Papa Francisco aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Edmonton, al este de Canadá, a las 11:09, hora local (siete de la tarde en España). Fue un viaje de diez horas, el primer viaje internacional realmente largo desde los confinamientos por coronavirus.
Tras el largo viaje y una breve recepción en el aeropuerto, el Papa se trasladó a descansar al seminario de Edmonton.
El avión de ITA Airways sobrevoló Italia, Suiza, Francia, Reino Unido, Islandia, Groenlandia y la Santa Sede hizo llegar mensajes de saludo y cordialidad a los países que atravesaba.
Como el viaje ha sido en domingo, el Papa rezó el acostumbrado ángelus dominical con sus acompañantes, que en este caso incluían los periodistas internacionales que cubren su gira desde el avión. Al subir, les avisó -como ya adelantó días antes- que el viaje tiene un marcado carácter «penitencial» (refiriéndose a abusos cometidos…