En 1953, con un Japón que luchaba por la reconstrucción tras ser arrasado durante la Segunda Guerra Mundial y a pocos meses de que concluyese la ocupación oficial del país por los Estados Unidos, el pueblo católico necesitaba fe, pero también esperanza y caridad.
En el aspecto demográfico, las bombas de Hiroshima y Nagasaki se habían llevado por delante a una buena parte de la iglesia nipona, y la pobreza en los primeros años de posguerra fue atroz. Se calcula que en 1945, antes de la bomba, había unos 12.000 católicos en Urakami. Tras el estallido, su catedral se hizo famosa por permanecer en pie, pero la comunidad perdió a unos 8.500 fieles.
Ocho años después, los cristianos no superaban las 185.000 personas, y la bomba atómica tuvo mucho que ver. En 1929 había unos 94.096 católicos nipones, de los cuales 63.698 residía en Nagasaki: la bomba eliminó a más de dos tercios de la…
Autor: José María Carrera
Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..



















