Autor: ReL
Francisco llegó al trono de San Pedro con un encargo de los cardenales: acabar con los escándalos financieros en los organismos de la Curia, algo que Benedicto XVI había intentado de distintas maneras, pero que vio que requería mucho más trabajo y firmeza.
Quizá por eso, desde el principio de su pontificado, Francisco pensó en el australiano cardenal George Pell para orientar los trabajos de reforma de la Curia. Según Pell, parte de los problemas que le llevaron a la cárcel en Australia por un caso absolutamente inverosímil de abusos, que un tribunal de apelación anuló, se debieron a enemigos en el Vaticano (o con negocios en él) asustados por esas reformas.
Ahora, el Papa Francisco, en su entrevista por entregas concedida a Phillip Pulella, veterano vaticanista de Reuters, asegura que cree que las reformas emprendidas van a funcionar porque siguen nuevos principios:
– contar con…