En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando:
«¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos.
Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra.
Porque no reconociste el momento de mi venida.»
Señor Jesús, ¿también por mi tendrás que llorar? Conoces mi vida pasada y presente y en cuántas ocasiones he caminado contra tu voluntad.
Quiero derramar las lágrimas que te muestren mi dolor de haberte ofendido, y te pido el llanto espiritual que me aparte de volver a ofenderte.
Quiero unirme a tu dolor por todos los que no reconocen tu venida, tus dones, tu redención. Líbranos, Señor Jesús,…
Autor: ReL
Las profecías de León XIII y su exhortación a rezar el rosario
El Papa León XIII escribió en muchas de sus encíclicas, entre ellas una que cumplió 130 años el pasado 22 de septiembre, Octobri mense, la importancia de rezar el Santo Rosario…
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…