Mañana del 4 de agosto. La Iglesia universal celebra hoy a san Juan María Vianney, patrón de los párrocos, y, permítanme, muy especialmente de los párrocos rurales. Un lenguaje de vida que hoy nos llevaría a decir, como a los discípulos ante las enseñanzas de Jesús, eso de: «!¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?
Acostumbrados como estamos a un lenguaje light, a lugares comunes y tópicos para justificar una fe que hemos perdido, que un sacerdote hable de llegar al cielo, confiese horas y horas y se pase el día entre mortificaciones, oración, pobreza y confesionario, es todo un escándalo, como lo fue para los curas de los pueblos de alrededor, que no entendían cómo la gente iba a Ars mientras ellos languidecían en unas parroquias moribundas. Así respondía san Juan María Vianney: «¿cuantas horas pasáis en oración, cuántos días ayunáis,…
Autor: Jorge González Guadalix
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…



















