Autor: Pablo J. Ginés
En la tarde del día de Santa Ana, abuela de Jesús, el Papa Francisco acudió al lago Santa Ana, a unos 72 kilómetros de Edmonton, escenario de una peregrinación habitual de los católicos de etnias indígenas en la región.
Allí habló de los abuelos, de los «ancianos que corren el peligro de morir solos en casa o abandonados en una estructura, o de los enfermos incómodos a los que, en vez de afecto, se les suministra muerte«. Fue una breve alusión a la eutanasia en Canadá, país que la practica desde hace pocos años, pero que ya presume de que así ahorra mucho dinero (en concreto, 95 millones de euros al año).
La abuela de Jesús, patrona de Canadá
Santa Ana es una de las patronas del pueblo canadiense. Su fiesta en verano coincidía con los encuentros veraniegos de distintas tribus y clanes para comerciar o tratar asuntos, tras la temporada de pesca de primavera. Los misioneros…