En diversas ocasiones, hemos denunciado desde esta tribuna el cientifismo, que Gregorio Marañón definía «en el caso mejor, la fe excesiva en todo lo que viene de la ciencia; y, en el caso peor, el manejo intencionado de todo lo que no lo es». Este cientificismo ha alcanzado en nuestra época terminal, donde triunfan todas las pacotillas, densidad de enjambre, hasta convertirse en una nueva forma de totalitarismo que pretende ‘explicar’ cualquier asunto, tratando de sustituir al técnico, al historiador, al filósofo, al teólogo y hasta al mismísimo Dios (no en vano uno de los empeños más turulatos del cientifismo consiste en intentar demostrar que Dios no existe). A veces, esta obsesión cientifista se extiende, incluso, entre quienes se supone que deberían denunciarla. Acaba de ocurrir recientemente con el debate surgido en torno al llamado ‘síndrome post-aborto‘, que según…… Continuar leyendo
Autor: Juan Manuel de Prada
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