( Constance T. Hull en Catholic Exchange)-El pasado lunes por la noche falleció mi suegro. Unas horas antes, aquel mismo día, celebré junto a mi familia el duodécimo aniversario bautismal de mi hija. Falleció el mismo día en que celebrábamos el nacimiento de mi hija a la vida en Cristo y su entrada en Su Iglesia. Y desde entonces rezamos por su entrada a la vida eterna.
Es difícil llorar la pérdida de un hombre al que apenas conocí. A mi marido le ha resultado difícil explicar esto a sus amigos, así como a los sacerdotes que le acompañan y que han estado rezando durante las dos últimas semanas a fin de que tuviese una tranquila y santa muerte. Resulta difícil comprender y explicar el duelo por un hombre ausente durante décadas.
Lo cierto es que fue decisión del padre de mi marido alejarse hace años de él y de sus nueve hermanos. He llorado la pérdida de la…
Autor: redaccioninfovaticana

Continuar leyendo en: infovaticana.com
5 maneras de oír lo que Dios te está diciendo
Dios siempre nos habla en diferentes momentos y de diferentes maneras. Esa es la premisa básica del libro Discernimiento del difunto Henri Nouwen, sacerdote católico romano, autor de 39 libros y…
La Nueva Era, una secta de cuidado
El reiki y la Nueva Era (New Age), se han extendido cada vez más por la sociedad buscando el bienestar físico y mental que producen. Conoce todos los detalles y…
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…