Recibido entre canciones de tango y sonrisas en la Sala Clementina, el Papa Francisco respondió con benevolencia y humor a la peculiar bienvenida del grupo de «iglesias-hospitales de campaña» liderado por los siempre presentes sor Lucía Caram, Peio Sánchez y el padre Ángel.
En medio de la parafernalia, Francisco soltó una frase que no pasó desapercibida: «Seguid, seguid, porque esa es una de las herencias que yo dejaré». Así, de un plumazo, convirtió la labor de estos voluntarios en parte de su «legado». ¡Qué generosidad!
La frase, por supuesto, tiene una buena dosis de presunción. No deja de ser sorprendente que Francisco, con esa humildad que lo caracteriza, considere que el trabajo de otros –de voluntarios que llevan años dándolo todo por los más pobres– sea algo que él, en su infinita bondad, «dejará». Claro, porque en su visión, esos hospitales de…
Autor: Jaime Gurpegui
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…



















