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, 09 Ago. 22 (ACI Prensa).-
Dos sacerdotes reflexionan sobre la lección que ofrece el diácono mártir San Lorenzo, cuya fiesta se celebra el 10 de agosto, sobre el humor en la vida cristiana.
San Lorenzo vivió en Roma entre los años 225 y 258. El emperador lo mandó quemar vivo en una parrilla gigante por no llevarle los tesoros de la Iglesia que esperaba.
En vez de bienes, el diácono le presentó lo que consideraba los auténticos tesoros: leprosos, mendigos, huérfanos, personas con discapacidad y pobres, a quienes ayudaba.
Según la tradición, después de un rato de estar quemándose en la parrilla, San Lorenzo dijo: “Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo”. Y así lo hicieron.
El P. Pablo Pich-Aguilera, sacerdote español que sirve en Barcelona, resaltó que “solamente un cristiano puede tener un humor de…
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