By Fr. Paul D. Scalia
«Señor, enséñanos a orar». Esta súplica de los discípulos surge de sus circunstancias inmediatas. Acababan de ver al propio Cristo orar. Y sabían que Juan el Bautista había enseñado a sus discípulos a orar. Es razonable, pues, que pidan lo mismo a nuestro Señor.
Señor, enséñanos a orar. Esta súplica surge, más profundamente, del corazón humano. Es una petición que todo discípulo debe dirigir al Señor. Hemos sido creados para la oración, para esa conversación íntima con Dios, para caminar con Él en la brisa del día. Pero no sabemos orar como conviene. Necesitamos instrucción.
Y debido a que nuestra naturaleza herida se descarría, necesitamos ser corregidos también. Hasta que no reconozcamos la inutilidad de nuestra propia oración, no empezaremos realmente a orar. Implícito en la súplica de los discípulos está que hay una…
Autor: The Catholic Thing
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Holywins, es la alternativa al culto a los demonios que celebramos cada primero de noviembre Tal vez muchos de nosotros hemos celebrado Halloween cuando éramos niños, porque nos parecía divertido…
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…



















