El agua del Espíritu que sana
Las lecturas del martes de la cuarta semana de Cuaresma nos presentan el signo del agua como aquella que viene a dar vida al hombre. El profeta Ezequiel nos señala el templo como el lugar de donde mana el agua que viene a sanar aquello que se encuentra enfermo y darle una nueva existencia. El profeta es llamado por Dios para que su persona se sacie de la presencia del agua, y lo termine de inundar. De la misma manera, el agua que sale del templo va colmando y transformando todo aquello por donde pasa, lo mismo que ha colmado al profeta. Por donde pasa el agua aparece la vida y todo queda sanado. El agua es signo del Espíritu que viene a sanar y curar la vida del hombre. El Espíritu introduce a la persona en la vida nueva que lo viene a limpiar y lavar; lo transforma en una nueva existencia donde todo viene a renacer de nuevo; cura al hombre de su…
Autor: Un camino de fe
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