Nuestras peticiones muchas veces no llegan a lo que Dios quiere concedernos.
Redacción (20/10/2024 12:07, Gaudium Press) Refiriéndonos a las lecturas de hoy, domingo XXIX del tiempo ordinario, podemos decir que a primera vista, la búsqueda de los “hijos del trueno” de posiciones destacadas en el Reino de Dios fue el resultado de una ambición audaz. Pero al analizar lentamente el desarrollo de la escena, queda claro que el deseo de Nuestro Señor no es reprimir la petición, sino encaminarla hacia ambiciones mucho más audaces que las que perseguían los dos apóstoles.
Un cheque en blanco
En aquel tiempo, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: “Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pedimos” (Mc 10,35).
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Autor: Saul Castilblanco Mosos
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