Cuando acaban de cumplirse los cien días del pontificado del papa León, son muchos los portales y comentaristas que han decidido aportar su visión de lo que llevamos hasta ahora. Lo que se ve, lo que se vislumbra. Pues nada, servidor que se apunta.
Si miro a los cien días pasados, me voy a quedar con tres cosas:
– Normalidad. Hemos pasado de vivir en estado permanente de susto y shock a una aburrida y gratificante normalidad, lo cual es muy de agradecer.
– Papa y papado. El papa León XIV tiene muy clara esta distinción. Él es el papa en este momento, pero no es dueño del papado.
– Cristo en el centro, desplazando a Pachamamas, ideologías woke e intentos de complacencias vanas.
Autor: Jorge González Guadalix
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