Se han cumplido esta semana quince años del terrible terremoto de Haití del 12 de enero de 2010, que mató a unas 300.000 personas y quebró las estructuras del país más pobre de América.
Hoy lo que hace sufrir a los haitianos no son los desastres naturales o la pobreza, sino la inestabilidad que causan las bandas criminales que se han repartido barrios y ciudades. Muchas escuelas y negocios cierran, carreteras y puertos quedan bloqueados, mucha comida se pudre en almacenes y se paralizan muchos servicios. El precio de productos básicos como el arroz se ha disparado, exacerbando el hambre.
Hay ONGs veteranas en Haití que se encuentran con retos nuevos. Quien almacena alimentos para repartir, puede ver cómo las bandas criminales saquean su almacén.
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Autor: Pablo J. Ginés
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