Lo dice el cantar andaluz con esa mezcla de alegría y pesadumbre: que algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Las palmas y las danzas de las “sevillanas del adiós” sacan su mejor pañuelo de silencio a la hora de partir, ante el vacío que deja el amigo que se marcha, como un pozo sin fondo que no se puede llenar. Sí, es la despedida sentida de alguien que ha dejado en tu vida una huella que no se puede borrar.
Me ha salido este arranque por sevillanas ante algo tan cotidiano como despedir a una persona querida tras su fallecimiento, algo que deja de ser anónimo cuando en el cortejo fúnebre nos sorprende la muerte viandante en nuestra calle llamando a la puerta de alguien nuestro. Tiene algo de inédito el morir que no nos consiente sabernos de memoria su mal trago, ni nos sirven duelos de antaño para acallar un llanto que nos parece un intruso y nos sabe a nuevo y…
Autor: Monseñor Jesús Sanz Montes

Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
La ciencia confirma el tipo de sangre que se encuentra en hostias investigadas en milagros eucarísticos
La ciencia lo confirma: se encuentra la misma sangre tipo AB en hostias investigadas en milagros eucarísticos acaecidos en diversos
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…
La Nueva Era, una secta de cuidado
El reiki y la Nueva Era (New Age), se han extendido cada vez más por la sociedad buscando el bienestar físico y mental que producen. Conoce todos los detalles y…