- Aceptaré como un regalo del buen Dios que pode mis capacidades de juventud y las renueve por otras más sutiles. Seré humilde.
- Buscaré la belleza en mi interior y en el exterior con paz y perseverancia. Me pararé a oler las flores. No perderé el tiempo en vanidades.
- No me perderé un puesta de sol por estar encerrado en una oficina: no seré desagradecido con Dios, que pinta para todos Sus bellos atardeceres.
- No correré ni me apresuraré. Contemplaré el mundo que me rodea buscando la bondad. Daré limosna a los pobres.
- Pasearé despacio, sin perder un detalle, saludando a mis hermanos con una sonrisa y a los señores árboles con una palabra. Haré apostolado de la sonrisa, siempre.
- No daré consejos si no me los piden. No me entrometeré en la vida los demás. Seré paciente. Callaré y escucharé con atención.
- Rezaré mucho por todo y por todos. Disfrutaré de mi…
Autor: La Columna del #CoronelPakez
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