Lima, 10 Abr. 23 (ACI Prensa).-
En distintos pasajes de los Evangelios se habla del encuentro que Cristo Resucitado tuvo primero con las mujeres que lo seguían y luego, en diferentes momentos, con los Apóstoles. Sin embargo, no se dice nada de lo que sucedió cuando el Redentor se encontró con su Madre. La beata mística Ana Catalina Emmerick (1774-1824) tuvo una visión de esos momentos, y esto fue lo que contó.
En la web de santos corazones.org, administrada por las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, se narra que la beata vio a la Virgen orar en su interior con un deseo ardiente de toparse con su Hijo.
En ese momento, apareció un ángel y le dijo a María que vaya a la pequeña puerta de Nicodemo, porque el Señor “estaba cerca”. La Madre de Dios se llenó de gozo y salió presurosa sin que las otras mujeres se dieran cuenta.
Mientras iba de camino, María…
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