Cortesía de la edición española de Magníficat
Por David Amado Fernández
Este año, en la Vigilia pascual, escuchamos el relato de san Marcos. Habla de las mujeres que acuden de madrugada para embalsamar el cuerpo de Jesús. Primero, les sobreviene la sorpresa de encontrar la tumba abierta y, al entrar en el sepulcro y ver a un joven vestido de blanco, «quedaron aterradas». Aunque este las conminó a que no tuvieran miedo, ellas salieron huyendo «pues estaban temblando y fuera de sí» y, «del miedo que tenían», no dijeron nada a nadie. Es un texto sorprendente porque, aunque se proclama la resurrección de Jesús, en ningún momento se hace referencia a la alegría. En su lugar, encontramos pavor y desconcierto.
Aquellas mujeres, por el gran afecto que le tenían, corrieron a la tumba de Jesús en cuanto les fue posible sin saber quién les podría mover la piedra de la…
Autor: redaccioninfovaticana
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