Hace un tiempo comenté en una charla que la ciencia había florecido a rebufo de las grandes religiones y filosofías. Al terminar, uno de los asistentes me argumentó que no le convencía esta idea, principalmente porque China, una de las civilizaciones que más ha contribuido a la ciencia, especialmente en la antigüedad, es una cultura poco religiosa.
Autor: Ignacio del Villar
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