Autor: Carlos Esteban
En principio, ser periodista católico debería ser lo más coherente del mundo, porque del católico se presupone su amor por la verdad, lo que nos hace libres. Por eso sorprende que la prensa católica especializada sea tan a menudo un trasunto del mítico diario Buenas Noticias, en el que nunca pasa realmente malo y todo lo que pueda dejar mal a los que mandan se oculta al modo soviético.c
La Santa Sede, según su portavoz oficial, Matteo Bruni, “ha conocido con preocupación la noticia de la detención del cardenal Zen y sigue con extrema atención la evolución de la situación». Vaya, el socio chino arresta a un cardenal, a todo un cardenal, y eso a la Santa Sede “le preocupa”.
Lo leo en un artículo del órgano oficial del Vaticano online, Vatican News, que logra la hazaña periodística de escribir un artículo de quinientas palabras sobre el arresto del nonagenario…