«Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños, a perder de vista lo que te resulta familiar. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo esencial: el aire, el descanso, los sueños, el mar, el cielo y todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno… o hacia lo que imaginamos como tal», escribió Cesare Pavese.
Dos mil años antes de Cristo, en una localidad de Mesopotamia llamada Ur; un hombre ya maduro, con luenga barba de patriarca, se entretiene dando de beber a su rebaño. El sol aprieta sobremanera, mientras su mujer recibe en el interior de una tienda la visita de unos primos lejanos. Las ovejas retozan alegres y levantan una cortinilla de polvo, que la naturaleza ha tenido a bien disponer como si fuera una especie de incienso para lo que está apunto de acontecer. El hombre se apoya en su cachava y se sienta en una piedra,…
Autor: Juan Cadarso
Los 12 pasos que nos llevan a la esclavitud del orgullo, según San Bernardo
El orgullo es un pecado que puede manifestarse de diversas formas y llevarnos por un camino de autodestrucción espiritual. Continúa leyendo este artñiculo para conocer cuales son los pasos que…
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…