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Yakarta – Adelina Jemira Sau era una trabajadora migrante de Indonesia empleada doméstica en una familia malaya en Penang, en Malasia. La joven, víctima de una red de trata, sufrió palizas y torturas y murió en 2018, a los 21 años, en la casa familiar donde trabajaba. Los médicos determinaron que la chica había sufrido abusos y violencia a diario. Ambika Shan, de 62 años, la mujer con la que trabajaba la joven, fue acusada de matar a Adelina Lisao, pero el 23 de junio de 2022, el Tribunal Federal de Malasia, en una sentencia de tercera instancia tras el veredicto del Tribunal de Apelación, la absolvió y puso en libertad.
La sentencia no ha tardado en provocar fuertes críticas en la sociedad civil indonesia, especialmente entre los defensores de los derechos humanos y de los migrantes, entre ellos el sacerdote jesuita P. Ignatius Ismartono SJ, y la hermana Laurentina, SDP,…