Autor: José María Carrera
El 17 de marzo de 1887, un triple asesinato en la parisina Rue Montaigne conmovió a la Tercera República francesa. Marie Regnault, su sirvienta y el hijo de esta fueron brutalmente asesinados, degollados con un cuchillo carnicero.
El diario The Times relató así lo sucedido: «Una cortesana llamada Monty -en alusión a su nombre como prostituta Regine de Montille-, yacía muerta a los pies de su cama, con dos cortes en la garganta. Su criada y su hija, una niña de 12 años, también fueron asesinadas en su cama».
Solo cuatro después, salió a la luz el nombre el principal sospechoso del macabro asesinato. Se trataba de Henri Pranzini, un joven italiano de unos treinta años residente en París.
No tardó en ser apresado, después de que se descubriese que había regalado un reloj y un relicario propiedad de la familia asesinada a dos mujeres. Pero una vez detenido, el prisionero lo negó todo…