Hace algún tiempo paseaba por una ciudad muy turística. En las numerosas mesas de las terrazas se agrupaban personas de distintas edades, condición y hasta cultura. Un elemento común a todas ellas era la presencia del móvil y la atención que le prestaban lo que, aparentemente, impedía una comunicación personal entre ellos. Tal vez por ello me sorprendió lo escrito en un cartel a la entrada de una cafetería: “Aquí no tenemos wifi. La conversación entre ustedes es gratis”.
El “móvil” puede ser el icono que mejor representa la vida del hombre del siglo XXI; es el símbolo de todas las pantallas que nos rodean, nos atrapan y nos guían, hasta tal punto que algunos hablan del hombre como un ser empantallado”. Según estadísticas fiables, una de cada tres personas mira el móvil más de cien veces al día. Podíamos decir que se ha convertido en un marcapasos…
Autor: Por mí, que no quede
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