Recuerdo que siendo un monaguillo con apenas siete u ocho añitos, era el encargado de dirigir el rosario en la parroquia de mi pueblo desde el púlpito, y que al acabar el rezo todos los días rezaba una oración por el concilio que, como pueden imaginarse, ni sabía que era eso del concilio. Era igual. Sacaba mi papelito y oración por el concilio. Me vienen a la memoria los cambios litúrgicos, sorpresa semana tras semana, los nuevos cantos, pequeñas cosas. Quizá fue conociendo lo que era al iniciar los estudios telógicos.
La expectación ante el Vaticano II fue grande. Las esperanzas, todas. Pero, vamos a reconocerlo, algo no salió bien. Trabajamos en la viña del Señor con toda la ilusión del mundo, bebimos de la teología mas rabiosamente postconciliar y nos dejamos el pellejo en la causa del evangelio. La primavera primaveral. Convencidos no. Convencidísimos.
Autor: Jorge González Guadalix
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..
Hábitos del Padre Pío que todos los católicos podemos practicar
San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, nos deja unos cuantos hábitos espirituales que necesitamos conocer para tener una vida más cercana a Dios. Continúa leyendo este…