En su novela El loco de Dios en el fin del mundo, Javier Cercas escribe: la Iglesia no es solo un hospital de campaña, ni solo una ONG; también o antes que nada es el hogar inconcebible de Dios. Los Cristos de Elqui de Francisco no solo entregan su vida en holocausto por un mundo mejor; la entregan, sobre todo, por algo insuperable, infinitamente mejor que el mejor de los mundos: la resurrección de la carne y la vida eterna.
Tiene razón. Sin la resurrección de Cristo, primicia de la resurrección de los muertos, la fe cristiana cae, no se mantiene. Lo afirma san Pablo con absoluta claridad: si Cristo no ha resucitado de entre los muertos, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe.
El teólogo, primero luterano y después converso al catolicismo, Heinrich Schlier (1900-1978) resume lo que el Nuevo Testamento entiende por resurrección de…
Autor: Guillermo Juan Morado
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
Informe anual Planned Parenthood USA 2020, indica que asesinó a 383.000 bebés en abortos
Lo llamemos como lo llamemos es un asesinato, un asesinato del que luego se aprovecha todo, sangre, vísceras etc. para diversas industrias. No, nos podemos quejar los humanos del siglo…