Autor: Saul Castilblanco Mosos
La admiración es el árbol que Dios ha plantado en nuestras almas para que podamos contemplarlo. Por nuestra parte, sólo podemos acercarnos a ella como Zaqueo, el recaudador de impuestos.
Redacción (31/10/2022 15:56, Gaudium Press) “En ese tiempo, Jesús había entrado en Jericó y pasaba por la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de cobradores de impuestos y muy rico. Zaqueo trataba de ver quién era Jesús, pero por la multitud no podía, porque era muy bajito” (Lc 19,1-3).
¿Qué hizo entonces Zaqueo? Corrió adelante y se subió a una higuera. Jesús lo vio, lo llamó y le dijo que ese día se quedaría en su casa. Al final de la visita, el Maestro dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también este hombre es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lc 19, 9-10).
Este es el…

Continuar leyendo en: es.gaudiumpress.org
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…