Autor: ReL
El hemisferio norte está ya inmerso en pleno verano. Se nota en las playas abarrotadas, en las piscinas llenas de amigos y familias, pero también en los pueblos y hasta en la montaña. Es un tiempo de descanso, de recuperarse del acelerado ritmo de vida que se lleva durante el curso y también, como se dice popularmente, para desconectar.
Sin embargo, en las vacaciones de verano se corre el peligroso riesgo de “desconectar” demasiado y guardar en un cajón la relación con Dios. La oración e incluso la misa pueden dejarse de lado durante esta temporada si se da una desconexión demasiado grande.
Por ello, la web Arguments ofrece 9 ideas para que el verano sea un punto y seguido en la relación con Dios y no un punto y aparte. Puede convertirse incluso en un tiempo para aumentar la fe, seguir formándose y hacer buenas obras. Todo tiempo es bueno si es para el Señor. Estos son los…