Santa Hildegarda de Bingen nació en 1098 en Bermersheim, en el valle del Rin (actual Renania-Palatinado, Alemania), en el seno de una familia noble. Fue la décima hija de Hildeberto de Bermersheim y Matilde de Merxheim-Nahet, y según la mentalidad medieval de la época fue ofrecida a Dios como “diezmo”, destinada desde su nacimiento a la vida religiosa.
A los catorce años se enclaustró en el monasterio de Disibodenberg junto a la condesa Judith de Spanheim, quien la había instruido en el rezo del salterio, en la lectura del latín, en la Sagrada Escritura y en el canto gregoriano. En 1114 profesó bajo la regla benedictina y, tras la muerte de Judith en 1136, fue elegida abadesa de la comunidad.
Experiencias místicas y visiones
Desde niña, Hildegarda experimentó visiones acompañadas de luz, colores y música, que interpretó como mensajes divinos. En 1141, a los 42…
Autor: INFOVATICANA
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…
Los hallazgos científicos que sugieren su autenticidad como reliquia de la Sábana Santa de Turín
Los partidos políticos españoles no quieren a los provida cerca de los abortorios. Les hemos hecho daño y van a por nosotros….seguir leyendo
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…



















